Todos en tu vida te están amando en este momento, de la mejor manera que pueden.
Sus corazones están tan cerrados o tan abiertos como les es posible ahora mismo.
Todos están enfrentando tristezas, miedos y alegrías que quizás nunca conocerás.
Están buscando amor a su manera.
Cuando tratas de conseguir amor de los demás, realmente importa lo abiertos o cerrados que están sus corazones hoy.
Cuando intentas abrirlos, te pones en guerra con ellos.
Cuando no buscas amor, y en su lugar reconoces al amor como tu propia verdadera naturaleza, sintiendo la fuente de amor en tu propio corazón, eres libre, y la batalla por el amor termina.
Ahora puedes dejar que los demás te amen en su propia y única manera. Sin importar lo “limitado” que pueda parecerle a la mente.
Porque a través de los ojos de la abundancia, incluso el amor limitado es una bendición.
Un corazón abierto es un milagro, sí, pero un corazón cerrado también debe ser honrado.
Así que puedes dejar que los demás te amen en la medida que lo hacen.
Ya no eres un mendigo del amor.
Porque reconoces la verdadera fuente del amor: TÚ.
Jeff Foster