Date un respiro cuando sufras.
Date un respiro.
Te lo mereces,
Tú y el universo que te acoge
No te vas a romper,
Puedes sufrir.
Todos lo hacen
Por un tiempo.
Piensa que sufrir
Es humano,
Y te hace más humano todavía.
Nunca sufres solo.
Pero date cuenta
De que estás sufriendo,
Ahora mismo,
En este irrepetible momento
Y acuérdate,
Que como humano que eres,
También puedes amar
Entonces, date amor y consuelo.
Eres una criatura que sufre
Eres una criatura que ama
Y esa criatura que ama
Puede consolar a la criatura que sufre.
No dejes de hacerlo.
Ama al que sufre, alívialo.
Y, si ahora, el que sufre eres tú,
Consuélate, queriéndote tal como eres
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¡Qué feliz soy cuando sólo soy!
¡Qué feliz soy sólo siendo!
Estando sencillamente aquí
Notando la vida en mi cuerpo
Sintiendo que vivo y respiro,
Que siento.
Que puedo pensar
Que no pienso.
Comprobando que veo,
Aunque miro y no quiero ver
Nada especial ni concreto.
Porque todo está bien
Todo está bien, todo es bueno.
Sintiendo mi cuerpo
Y el espacio que ocupa
Y que puedo moverme
Aunque me esté muy, que muy quieto
Y escuchando el bullir de las cosas
Sus trajines, suspiros y roces
Sus silencios y estrépitos
Sus señales de vida, su estruendo
Y yo sigo aquí
Encantado, contento
Sin afán, sin empeño
Sin rencor, sin lamento
Sin espera ni anhelo
Ni angustia, ni tedio
Sigo aquí
Siendo, siendo
¡Qué feliz, sólo siendo!
Vicente SIMÓN, Para cuando sufras. Versos, mindfulness y sabiduría, Sirena de los Vientos, Madrid 2016.