Lo que aparece en el término
estaba en el origen
pero no lo sabíamos.
Para esto venimos a la vida:
para conocerlo, para experienciarlo
en los diversos estratos
de nuestro devenir.
Y cuando nos hemos colmado
de existencia,
dejar de ser
para realmente Ser,
liberando nuestra pequeña individualidad en el Ser total
que tiene sed de nuestra sed.
Irresoluble es la cuestión
de saber si la gota,
una vez que ha entrado en el Mar
y ha dejado de ser gota,
es consciente de ser Mar.
Irresoluble es la pregunta
porque está planteada desde la gota,
no desde el Mar.
Ser Mar,
ser gota,
gota en el Mar,
mar en el Mar,
mar de Mar.
El Mar está hecho de esa agua
que contiene todas las gotas
que de ella surgen
y que a ella vuelven sin cesar.
No hay gotas,
solo Mar,
Todo Mar.
Saberse agua de ese Mar,
saberse mar de ese Mar.
Somos porque el Ser
es nosotros, siéndonos.
Si no hay yo sin Él
es que no hay yo
sino Él.
Superado este temor,
disuelto el límite,
se nos revela lo que subyace
en el Ahora más cálido e inmediato.
Ser en el Ser.
Aquí y ahora,
en este momento,
en este papel
y en las manos que lo sostienen,
ya calmada
y colmada
la Sed.
Javier Melloni, Sed de Ser, editorial Herder, Barcelona 2013.