RECONOCER QUE NO SABEMOS // Anónimo

Destierra de tu mente la idea del bien y el mal.
Reemplázala por esta otra: todo cuanto sucede es necesario que suceda.

Observa la naturaleza:
¿Cómo sabe la abeja qué hacer?
¿Cómo sabe cada animal del planeta qué hacer?
¿Cómo sabe un depredador qué tiene que cazar para alimentarse?
¿Cómo sabe una gacela que su alimento no es la carne sino las pasturas?

Si cada ser vivo del planeta sabe exactamente qué hacer para subsistir, ¿por qué creemos que una mosca que se posa en los deshechos está equivocada?
¿Por qué creemos que los depredadores son «malos» y los depredados son «pobres victimas buenas»?
¿Por qué creemos que hay seres humanos buenos y otros malos?

Porque al igual que no nos gusta que el león se coma a la gacela, ni tampoco nos gustan las moscas porque «dónde se habrán posado», ni las cucarachas que andan en la basura, tampoco nos gusta lo que hacen los seres humanos.

Porque al igual que no sabemos por qué los animales se comportan de cierta manera, tampoco sabemos por qué el ser humano se comporta como lo hace.
No sabemos.

Entonces, si no sabemos, ¿por qué en lugar de andar diciendo «esto está bien» y «esto está mal», esto es «justo» y eso es «injusto», este es «culpable » y este es «víctima», simplemente no reconocemos que NO SABEMOS?

Destierra de tu mente esas ideas y veras cómo, al hacerlo, tu vida se vuelve más liviana. Menos conflictiva. Vas a renegar menos. Vas a quejarte menos. Vas a sufrir menos.

No sufras por la ignorancia de no saber, y quizá la Vida te sorprenda al verte por ese camino y tu mente se abra a la comprensión de todo cuanto sucede.
Pero por ahora, aunque no puedas comprender, intenta cambiar tu forma de pensar, y tu vida se volverá más liviana.

El cerrojo que hay que destrabar para que se abran las Puertas del Cielo en nuestra mente es reconocer humildemente que no sabemos.