Hay una cosa en la vida que nunca puedes olvidar hacer.
Si olvidas todas las demás y no esta,
no tendrás que preocuparte por nada.
Pero si haces todas las demás y no esta,
será como si no hubieras hecho nada en tu vida.
Es como si un rey te hubiera enviado a realizar una misión
—y cada misión es específica, particular de cada persona—
y tú realizas cientos de otras tareas, pero no la que te envió a hacer.
Tú dices: “Pero si hago cosas muy valiosas,
estudio jurisprudencia, medicina o política, o…”.
Bien, pero considera por qué haces todas esas cosas.
Son ramas de ti mismo.
Y el trabajo real, el trabajo real,
es recordar la raíz más profunda de ti mismo.
Rumi.