Un escritor, o todo hombre, debe pensar que cuanto le ocurre es un instrumento; todas las cosas le han sido dadas para un fin, y esto tiene que ser más fuerte en el caso del artista.
Todo lo que le pasa, incluso las humillaciones, los bochornos, las desventuras, todo eso le ha sido dado como arcilla, como material para su arte; tiene que aprovecharlo.
Por eso yo hablé en un poema del antiguo alimento de los héroes: la humillación, la desdicha, la discordia.
Esas cosas nos fueron dadas para que las transmutemos, para que hagamos, de la miserable circunstancia de nuestra vida, cosas eternas o que aspiran a serlo.
Jorge Luis BORGES.