No soy hindú, budista, sufí o zen.
No soy cristiano, ni judío,
ni parsi, ni musulmán.
No soy del este, ni del oeste,
ni de la tierra, ni del mar
[…]
No soy de este mundo,
ni del próximo,
ni del paraíso,
ni del infierno
[…]
Mi lugar es el sin lugar,
mi señal es la sin señal.
No tengo cuerpo ni alma,
pues pertenezco al alma del Amado.
He desechado la dualidad,
he visto que los dos mundos son uno.
Uno busco,
Uno conozco,
Uno veo,
Uno llamo.
Y ese Uno llama y sabe.
Estoy embriagado con la copa del Amor,
los dos mundos
han desaparecido de mi vida
[…]
Ven, ven, quienquiera que seas,
escéptico, devoto, amante
de la aventura, no importa.
No somos una caravana de esperanza.
Aunque hayas roto tu promesa
cientos de veces.
Ven, de nuevo, ven
[…]
Muy cerca, más allá del pensamiento,
más allá de los conceptos
de lo bueno y lo malo,
hay un campo,
te encontraré allá.
Rumi (1207-1273).